
mis queridos lectores,
Hoy tengo una historia graciosa sobre cómo intentamos atar un bistec y fallamos estrepitosamente. No porque no supiéramos hacer nudos, sino porque mi asistente, Alex, no es muy bueno haciendo nudos.
En la cocina, nuestro equipo tiene un método seguro y efectivo para atar filetes para que mantengan su forma y se cocinen uniformemente. En general, esto se hace fácilmente y no hay mayores problemas.
Pero hoy, cuando intentamos atar un filete, nos dimos cuenta de que no estaba nada bueno. Aparentemente, Alex estaba tratando de ayudarnos e hizo los nudos demasiado apretados o demasiado sueltos. Al final, terminé con un trozo de carne que parecía más un bagel que un bistec.
Estaba tan decepcionado, pero al mismo tiempo, también me divertía la situación. Aunque no pudimos servir ese bistec, usamos la carne para hacer otros platos deliciosos.
Al final, aprendí que no todo el mundo es bueno asando a la parrilla y que es importante brindar la capacitación adecuada. Pero lo más importante, aprendimos a reír y disfrutar de los pequeños errores que pueden hacer de nuestra experiencia gastronómica una aventura divertida.
Hasta la próxima, nuestra cocina permanece abierta a nuevas aventuras culinarias.
Con amor, Maestro Chef Andrei