
¡Hola amigos! Hoy quiero contarles sobre una experiencia que tuve en la cocina que hizo sonar las alarmas sobre nuestra seguridad.
Era un día cualquiera en la cocina, estábamos tratando de preparar un delicioso bistec para nuestros clientes. Uno de mis colegas, Alex, se estaba preparando para probar una nueva técnica: flambear el bistec. Estaba emocionado y quería mostrarles a todos lo hábil que era.
Entonces comenzamos los preparativos para asar a la parrilla y Alex vertió una bebida alcohólica sobre el bistec y encendió el fuego. Pero las cosas no salieron exactamente como esperábamos. En lugar de tener un fuego agradable y controlable, la llama comenzó a extenderse a un ritmo alarmante.
Empezamos a entrar en pánico y buscamos una manera de apagar la llama. Por suerte tenía un extintor de incendios a mano, pero estaba claro que las cosas se habían puesto demasiado calientes.
Finalmente logramos apagar el fuego, pero nuestra cocina parecía estar en llamas. Alex estaba asustado e incrédulo, pero nos alegramos de que nadie resultara herido y teníamos un extintor de incendios a mano.
Aprendimos una lección importante: estar preparados para cualquier imprevisto en la cocina y estar siempre atentos a nuestra seguridad y la de los que nos rodean.
Espero que esta divertida historia te haga pensar en tu seguridad en la cocina y tener cuidado al preparar la comida.
¡El próximo pandeo, estaremos más preparados y más cuidadosos!